Este lunes inició ante un tribunal de Aquisgrán, en el oeste de Alemania, el juicio en contra de un enfermero alemán acusado del asesinato de nueve de sus pacientes en una unidad de cuidados paliativos. Los hechos ocurrieron en un hospital de la localidad de Würselen, cerca de Aquisgrán, entre diciembre de 2023 y mayo de 2024.

Según la fiscalía, al acusado se le imputan 34 intentos de asesinato, de los cuales en 26 casos el enfermero suministró a los pacientes altas dosis de sedantes, a veces repetidamente, lo que condujo a la muerte de nueve de ellos. Posterior a los hechos, el sospechoso, de 44 años, fue suspendido de su trabajo al descubrirse la desaparición de una gran cantidad del medicamento Midazolam.
Por el momento, las actas de investigación indican el acusado ha admitido los asesinatos, los cuales trató de enmascarar introduciendo datos falsos en el sistema para explicar la desaparición de los medicamentos. Además, el acusado reconoció mediante una llamada telefónica que sus pacientes le eran completamente indiferentes.

La acusación de la fiscalía parte de que el enfermero no actuó para aliviar el sufrimiento de los pacientes, sino por bajos motivos, probablemente para pasar un turno de trabajo tranquilo. A pesar de que, según el diario “Kölner Stadt-Anzeiger”, el sospechoso padecía problemas psíquicos y en particular trastornos del sueño, que lo volvieron dependiente del medicamento Zopiclon, el enfermero podría enfrentarse a cadena perpetua en caso de ser declarado culpable.
Discussion about this post