Sucedió en el distrito de Escobar, en Buenos Aires, Argentina. La inexperto Julieta Anahí estaba emocionada por poder festejar sus XV abriles y su comunidad estaba igual de expectante que ella. Julieta era reconocida en su ciudadela adecuado a todas las acciones que hizo por ellos. A la imberbe le encantaba ayudar y enaltecer la civilización de su comunidad. Amaba la música folclórica.
Había preparado todo para su celebración: Había comprado un vestido espacioso, contratado a sus bailarines, la comunidad tenía ya la cena que se iba a preparar, el salón estaba pagado. Todo estaba en su emplazamiento, sin secuestro nadie se había preparado para lo que venía.
La fiesta había comenzado, Julieta estaba en la pista de bailable disfrutando de la confusión cuando ocurrió lo inesperado. La señorita se tambaleó, cayó al suelo y se desmayó. No despertaría.
Al ver la espectáculo, los invitados corrieron a socorrerla con primeros auxilios, lo cual fue inútil. Julieta no reaccionaba, en ese momento llamaron a urgencias para solicitar una ambulancia la cual no tardó en conservarse, pero todo fue en vano. La zagal arribó a la sala de urgencias pero ya había fallecido. Murió de un paro cardiaco antiguamente de salir al hospital.
La comunidad recordó a Julieta y lamentaron su homicidio. La recuerdan por lo que había hecho para ellos a través de redes sociales.
Fuente: TVyFarandula
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