El domingo iniciaron los vuelos masivos para devolver a los casi 15.000 migrantes centro y suramericanos que se asentaron en la frontera entre Texas y México. Las autoridades estadounidenses prevén, de acuerdo a medios locales, estar enviando cerca de 1.000 personas diarias. Durante la primera jornada, tres aviones con más de 320 migrantes a bordo salieron hacia Puerto Príncipe y se prevé que la ratio de vuelos diarios aumente hacia el país caribeño.
La frontera “no está abierta”. Ese sigue siendo el mensaje del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ante la llegada masiva de migrantes centroamericanos y suramericanos a Texas, en su frontera con México.
Tras la reciente llegada de cerca de 15.000 migrantes irregulares a Del Río, ciudad fronteriza en el estado de Texas, el Ejecutivo del presidente Joe Biden puso en marcha un plan para acelerar las deportaciones de los recién llegados con una media de tres vuelos diarios.
Según medios locales, el Gobierno demócrata habría acordado con Haití la devolución de los miles de ciudadanos que han huido del país caribeño en medio de una crisis multifacética exacerbada por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, una creciente inseguridad y el reciente terremoto de magnitud 7,2 que dejó en ruinas bastas partes de la nación.
Fuente: France24
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