La OEA celebró este viernes el vigésimo aniversario de la Carta Democrática Interamericana, un documento aprobado en Lima el 11 de septiembre de 2001 (el día de los ataques terroristas en Estados Unidos), con la vocación de defender este sistema político en el continente.
“La Carta Democrática fue y ha sido un avance significativo en el compromiso político y jurídico de nuestra región con la defensa de la democracia representativa”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand Zavala, al intervenir en la sesión virtual extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.
El ministro destacó que hace 20 años el “telón de fondo” de la Carta era la idea de una “amenaza externa a la democracia”, pero advirtió que hoy en día “la paradoja” es que ese sistema afronta “amenazas internas”, con Gobiernos que, “algunas veces, se han transformado” en los mismos agresores.
La vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, recordó que 20 años después de la aprobación de la Carta Democrática, aquello que se atisbaba como una “posible situación” hoy “es una terrible realidad en Venezuela”, pero también en varios países que conforman esa organización.
De allí que consideró que este documento “está hoy más presente, más vigente” y es más necesario “que nunca” y subrayó, al mismo tiempo, que la presencia de la OEA se justifica “ayer, hoy, mañana y siempre”.
Ramírez llamó la atención de que para su país es “muy preocupante” que haya mensajes “equivocados” de que la OEA debería ser cambiada o reemplazada por otras organizaciones.
“La respuesta debe ser no. La OEA es la organización por excelencia que nos reúne a todos los países de nuestro hemisferio”, sentenció, en un aparente alusión a la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebrará mañana, sábado, en México para debatir, entre otros, una eventual transformación del organismo con sede en Washington.
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