El ministro de Relaciones Exteriorex, Hugo Martínez, defendió la postura del Gobierno central de respetar la autonomía venezolana para resolver sus asuntos y de paso descalificó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por haber tomado partido en el tema. Según Martínez, Almagro “no tiene solvencia moral” para llevar adelante la discusión, ya que se ha mostrado parcializado al momento de discutirse el tema dentro del organismo regional. El canciller consideró que Almagro debe limitarse a su papel de “mediador”, para así garantizar el buen funcionamiento de la entidad que dirige. Este martes, el Consejo Permanente de la OEA se reunió a petición de 18 países para evaluar la crisis en Venezuela. El Salvador -al igual que otras 10 naciones- mostró su respaldo al gobierno de Nicolás Maduro, primero negándose a abrir la orden del día y luego rechazando un informe de Almagro. Sin embargo, 20 países se mostraron a favor. Este jueves, la situación en Venezuela dio un nuevo giro, luego que el máximo Tribunal de Justicia asumiera las responsabiliades del Congreso, luego que este fuera disuelto por Maduro. Frente a esto, el secretario de la OEA reaccionó de form enérgica condenando la situación. Se refirió al tema como “el autogolpe de Estado perpetrado por el régimen venezolano contra la Asamblea Nacional”. El titular del organismo indicó que la decisión del Tribunal Supremo de atribuirse las funciones del Poder Legislativo y la otra reciente de despojar la inmunidad a los parlamentarios son procedimientos que “no conocen de ninguna de las más elementales garantías de un debido proceso”. Aquello que hemos advertido lamentablemente se ha concretado”, sentenció Almagro y resaltó que estas medidas “son los últimos golpes con que el régimen subvierte el orden constitucional del país y termina con la democracia”. Por ello, el uruguayo pidió con urgencia la convocatoria de un Consejo Permanente en el marco del artículo 20 de la Carta Democrática, resaltando que “se ha llegado a este punto a pesar de las advertencias formuladas en los informes del 30 de mayo de 2016 y 14 de marzo de 2017”. Por ello, realizó un llamado a la región para asumir la restauración de la democracia. “Callar ante una dictadura es la indignidad más baja en la política. La cuestión es sólo entre la libertad y el despotismo”, señaló. Almagro también recordó que Venezuela, al adherirse a las normas internacionales regionales, está obligada a su cumplimiento. Entre ellas, repasó “el respeto a la separación de poderes como garantía ineludible para la protección de los derechos de los ciudadanos y la defensa del sistema democrático y del Estado de derecho”. El argumento llega posterior al expuesto por el representante venezolano en la OEA, Samuel Moncada, quien había asegurado que la Constitución local está por encima de las normas del organismo.
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