Austria ha vuelto este lunes a cerrar el comercio no esencial, la gastronomía, museos, eventos culturales y espectáculos, convirtiéndose en el primer país de Europa que impone un confinamiento en todo el país para frenar la cuarta oleada de la covid en este invierno. No obstante, se trata de un confinamiento suave en comparación con los que se han impuesto en otros países europeos durante la pandemia.
Los austriacos podrán salir de casa, además de para la compra de alimentos, medicamentos y otros productos de necesidad básica, para ir al trabajo o a los centros educativos.
Además, también se permite “la recreación física y mental al aire libre”. Lo queincluye, por ejemplo, ir en tren a esquiar.
Asimismo, es posible salir para atender a personas necesitadas de apoyo, “ejercer los derechos y responsabilidades familiares con los parientes y contactos cercanos”, para satisfacer “las necesidades religiosas básicas” o para el cuidado de los animales.
Las mascarillas FFP2 son obligatorias en todos los lugares públicos cerrados y también en el trabajo, donde además hay que mantener una distancia física de al menos dos metros entre las personas. Las autoridades han pedido que todo el que pueda trabaje desde casa. Los eventos del deporte profesional, como el fútbol, tendrán lugar sin público.
Fuente: La Vanguardia
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